miércoles, 31 de octubre de 2007

Réplica de Nicolás Sarale

Respecto al los mails de Fernando y de Roberto. Comparto en general algunas cuestiones. Sin embargo me gustaría aportar algo con relación a dos cosas. Con relación a la izquierda, creo que no tengo ganas de trabajar por la unidad de la izquierda, porque es como proponerse trabajar en pos de la unión entre el agua y el aceite, una total pérdida de tiempo. Veamos, queremos unir algo que en su conjunto en estas elecciones representó sólo el 3,7 % de los votos? Si ese es nuestro punto de partida me parece que vamos a empezar mal y que no vale la pena perder el tiempo. Creo que de lo que se trata es de sumar, de generar un espacio alternativo que sea amplio, que tenga lógicas de participación diferente a las partidocracias, tanto de derecha como de izquierda, que tenga trabajo concreto, donde no tengamos iluminados en la vanguardia y cero en la retaguardia (típico de la izquierda). Pienso sinceramente que ponernos a disputar un mismo espacio con gente que sólo divaga, fragmenta, quiebra compañeros con el sólo fin de mostrarse como "la izquierda", mientras la derecha se nos ríe a carcajadas, es inútil, antes prefiero ponerme a descular hormigas.

Por otro lado, si somos compañeros, si somos camaradas, si somos socialistas, comunistas, peronistas de izquierda, nacionales y populares? Pienso que hay rescatar lo mejor de las experiencias históricas populares y levantar todas las banderas reivindicatorias existentes (laborales, estudiantiles, ecologistas, de género, de los pueblos originarios, de la democracia, la unidad de los pueblos latinoamericanos, en fin un mundo donde quepan todos los mundos como dicen los zapaptistas) pero no nos debería interesar correr detrás de los rótulos, en todo caso los nombres o denominaciones se ganan con verdaderas prácticas transformadoras, construyendo, sumando, abriendo espacios de participación donde no compitamos entre nosotros por ver quién la tiene más clara o quién sabe más de cosas secundarias pero nada de lo importante. La revolución Cubana se declaró socialista después de dos o tres años de haberse llevado a cabo la toma del poder, Chavez sólo después de siete u ocho años comenzó a hablar de socialismo del siglo XXI. Primero construyamos el lugar donde todos seamos necesarios pero nadie sea imprescindible, sin personalismos, sin figurones o líderes carismáticos. Trabajemos por un proyecto, que está esbozado en la propuesta de Proyecto Sur, seamos orgánicos a eso y sumemos alrededor de eso. Luego, cuando hayamos logrado revolucionar la realidad denominémonos como más nos guste.

Saludos.
Nicolás Sarale

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